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Cómo estudiar piano. 5 claves del estudio productivo.

    El gran problema en el aprendizaje del piano es que los resultados son difíciles de cuantificar. No importa el número de horas que dediques a estudiar piano si las malgastas. Por eso, para mí, la clave para un avance sólido es aprender a estudiar.

    Las 5 claves para estudiar piano:

    1 No estudies lo que ya te sabes: empieza a estudiar por lo que más te cueste

    Parece obvio, pero es uno de los errores que veo más frecuentemente en mis alumnos. Llegamos a nuestro momento de estudio y nos sentamos delante del piano (de manera correcta) dispuestos a rentabilizar nuestra sesión.

    Empezamos a tocar una obra por el principio, que suele ser la parte que ya nos sabemos, y consumimos capacidad neuronal hasta aproximadamente dos pentagramas más tarde.

    En este punto la concentración baja. Pese a que seguimos estudiando aún durante un rato, no avanzamos mucho.

    De esta manera se produce el famoso fenómeno de sabernos perfectamente el principio, medianamente bien la parte intermedia de una pieza, y bastante mal todo lo que viene a partir de ahí.

    Bueno, la solución es clara. El segundo día que te pongas a estudiar piano, en lugar de volver a la parte que trabajaste el día anterior, empieza por la siguiente; y sólo cuando la neurona emita sus primeras quejas, retoma lo ya estudiado para fijarlo.

    2 No es lo mismo estudiar piano que tocar el piano

    Quizás al leer el título sepas a lo que me refiero. Pasar por encima de algo de principio a fin no es estudiar. Repetir metódicamente un fragmento tampoco es estudiar (¡!). No por tocar mil veces algo lo vas a tocar mejor.

    La palabra clave es concentración. Al estudiar debemos estar completamente concentrados en lo que hacemos.

    Existen muchas influencias poco controlables en lo que a ambiente de estudio se refiere y concentración: ruidos, estrés, cansancio etc.

    Lo que sí está en nuestra mano es limitar nuestro tiempo de estudio al tiempo en el que podamos estar concentrados. Y esta será nuestra premisa. Con ello evitaremos dolores de espalda innecesarios, frustraciones y pérdida de tiempo.

    Si un día estás cansado y a los veinte minutos sientes que no estás aprovechando el tiempo, merece más la pena parar y seguir al cabo de un rato o al día siguiente que obcecarse en cumplir un tiempo determinado.

    3 Divide y vencerás

    La clave para conseguir la concentración es trabajar unidades pequeñas. O lo que es lo mismo, dividir el total para poder centrarnos en las partes. ¿Cuán pequeñas? Lo que sea necesario.

    Dos compases fatídicos de una fuga de Bach, o una progresión de acordes difícil de llevarse a la boca en un standard de jazz, pueden ser un reto en sí mismos. Tocar cada una de las notas separadas de esos compases, o improvisar sobre cada uno de los acordes de esa progresión es una tarea más asequible.

    Estudia por compases, por medios compases, o si es necesario por tiempos. Estudia manos separadas hasta tenerlas interiorizadas por compases, medios compases, o, si es necesario, por tiempos. Luego júntalas por compases, medios compases, etc.

    Sí, es una tarea extenuante; pero es el camino más rápido. Y este es un cansancio que tiene recompensa, no como el del estudio no productivo.

    4 No estudies mucho tiempo seguido

    Estudia sólo el tiempo que seas capaz de estar concentrado. Pasado ese tiempo sólo vas a conseguir tensión en la espalda y cansancio mental.

    Estudiar piano
    Gafas para estudiar piano.

    5 Estudia lento siempre, especialmente si quieres tocar rápido

    Estudiar piano rápido es un síntoma de fatiga. Estamos cansados, luego queremos acabar, luego estudiamos rápido pensando en lo que vamos a hacer después o simplemente con la mente en blanco. Por eso, estudia lento siempre.

    Otra cosa es que queramos ganar velocidad en un determinado pasaje. Cuando es así, lo mejor es estudiar lento e ir subiendo el tiempo de esa parte progresivamente.

    En esos casos, a mí me gusta trabajar con subidas de tempo de dos bpm en el metrónomo cada vez. Por ejemplo, empiezo a estudiar una frase de jazz en 60 y voy subiendo a 62, 64, 66 etc. ¿Cada cuánto se debe subir la velocidad del metrónomo? Cuando sientas que ya dominas lo estudiado a la velocidad actual.

    ¡Gracias por leer! Espero que te haya servido el artículo.

    Me despido y te dejo este link a Spotify donde puedes escuchar mi trabajo como músico más allá de esta web.

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    ¡Saludos!

    2 comentarios en «Cómo estudiar piano. 5 claves del estudio productivo.»

      1. Hola, Uriel. Pues hombre, puedes visualizar temas teóricos en un piano digital si no tienes acceso a uno físico (lo que está muy bien a veces), pero no mucho más que eso en mi opinión.

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